El caxixi produce dos sonidos completamente diferentes: si las semillas en el interior tocan el fondo de la calabaza, suena un sonido alto y fuerte. Si, en cambio, tocan el cuerpo entretejido de carrizo o de junco se oye un sonido suave y más bajo. De este modo con uno y aún más con dos caxixis que se sujetan con las dos manos se puede tocar una variedad infinita de ritmos.